Un puñado de Luciérnagas

Para ti, quien aún no conozco, aún no sospecho. Quizá te haya visto, te haya sentido cerca sin la oportunidad de mirar intensamente a tus ojos, buscando algo, buscando no sé qué, tal vez reconocernos.

Es increíble saber que nos encontraremos, resulta improbable pensarlo cuando andamos por la vida a oscuras, dando tumbos por cuanto obstáculo incomprensible descansa en el camino, y no entendiendo nuestros tropiezos.

Tropezaremos y quedaremos de frente, nuestro aliento se mezclará en un único espacio cálido entre nuestros rostros. Entonces tendré para ti un puñado de luciérnagas. Las soltaré y se irán de mi luego de llevarlas tanto tiempo conmigo. Cuando sostienes algo por mucho tiempo y lo sueltas, se siente como dejar ir una parte de ti.

El puñado de Luciérnagas se abrirá y nos rodeará, creando un mundo de destellos exclusivo para nosotros. Luego procederán a acercarse a tu cuerpo, la luz te llegará por medio de mis manos para conocer tus mejillas, tus labios, tu cuello, tus pechos, y no parar hasta que no exista rincón a oscuras.

Para ese día vivo, por eso soy un vivo tropezando entre una centena de cadáveres. Aquellos que se rindieron en lugar de soportar el dolor, quienes no pudieron seguir empujando hacia adelante para atravesar el corazón de la niebla, quienes no conocieron la satisfacción de hacer estallar todas las fuerzas sin reservas, de sentir los pulmones gritando por aire e inhalando y no obteniendo un respiro, de pensar únicamente en una meta, de ya ser solo capaz de pensar en ese fin y así olvidar el cuerpo que arde.

Todos ellos no pudieron, y ahora están muertos. Yo estoy vivo, continúo aquí para tu encuentro.

Silencio

El tren hace un sonido abrumador.
Es como si cortar el manto de la noche
Supusiera un esfuerzo imposible
Del cuál solo el viento es testigo.

Ese sonido se lleva mi mente
Así como el frío se lleva mi cuerpo
A veces salgo a que el invierno me silencie
Vueltas inútiles, mis manos se entristecen

Pero este no es el Diciembre que yo recuerdo
El diciembre que yo recuerdo
Es un diciembre largo
                           y plano
Con un cielo extendiéndose de igual forma

Un diciembre estúpidamente feliz
Las nubes no tienen lugar en ese cielo
Un cielo azul y sencillo
Tan azul como el ojo pueda aguantar

Es una manta lisa y perfecta, alguien la extendió
Para que en ella bailaran cinco Zanates
Cinco. Ustedes son cinco, pequeño Zanate
Te alimentás de los sobrantes

Me disculpo
No se me ocurre imagen poética
Para aquel quien solo llega a limpiar
Los despojos del amante

Pero aún así son cinco zanates
Danzando en el cielo
Danzan debajo de este Sol
Que alumbra pero no calienta

Quizás sea lo indicado
Yo también he sido sobrante
Debajo de estas ramas que incluso muertas
Vivirán más que yo

Reflejo II

Hay un concepto abstracto que algunas personas no entienden. Será defecto de crianza, de ambiente, de herencia, de genética, de simple cortesía. Cortesía defectuosa. Yo le llamo a dicho concepto "quedarse quieto". Puedo nombrar niños, estudiantes, prisioneros políticos, políticos mismos, científicos, moribundos, lagos, cruces clandestinos, rocas que sufren de esta lamentable condición. No pareciera haber un esfuerzo en proceso para lograr una cura.

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El corazón viajero busca, busca y busca. Se mueve, viaja, viaja y viaja siempre buscando. La sed insaciable de esta búsqueda es mítigada únicamente por la vejez y la muerte, si no es que son lo mismo.

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Pero realmente es muy molesto ir al teatro y experimentar a la persona de la par atravesando una de las crisis más deplorables que se pueden presenciar: No hallarse eb la posición en la cuál se está quieto, es decir, cómodo.

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Hay un mundo que está quieto.
Son los reflejos.
Es nuestro mismo mundo.
Pero la quietud reemplaza el movimiento.

Tiro una piedra
El blanco era mi pecho
Como siempre erro la marca
La piedra da a mi cabeza

Debería decir,
esa mi parte más valorada
Las ondas explotan, se expanden
Matándome.

Son rayos, dualidad. Salen de mis ojos.
Reflejan satisfacción ante el resultado
Finalmente triunfo
Logro voltearme de adentro hacia fuera

Dispuestas las piezas,
Quiero sentarme
Comenzar a armarme
Mi cabeza salpicó todo cuando explotó

Me muevo
De esa forma muevo el mundo de los reflejos
De mi cabeza nace ahora un árbol
Me he rearmado y mejorado en tres segundos

Todo está bien en el charco
Las ramas de los árboles están bien
El cielo percudido está bien
Todo está bien

Pero no está bien asistir al espectáculo
del cuerpo propio tirado en el piso
En un estatus indeterminado
vivo no muerto, muerto no vivo

Es como sentarse en el segundo piso del teatro
Solitario porque el resto de la gente
tiene plata para pagarse un lugar
desde donde se distingue a los actores

Entonces uno paga por escuchar una obra
y mirar otra distinta. Dos por uno.
Uno mira a la gente hablar
y escucha los actores moverse

Se entera uno de los dramas y de la vida familiar
De los dos viejos de la última fila
De la relación torrida de la chica con el celular
y del futuro Napoleón que será el niño de la gorra

Hay algo que me asusta
No sé si soy yo el que observa
O si me observan
He notado que yo olvido

Dime tú, hombre nuevo
Que naciste de mis manos
Si recuerdas todo
Si me puedes contar mi vida

Entonces tú serás yo
Te delegaré a ti la graciosa tarea de vivir
y yo, yo seré simplemente
tu juguete.

Reflejo

No me di cuenta
Realmente no quería
Perdón, pero heme aquí
Al borde de una ventana

La imagen que me encuentra
Es la de mi reflejo
Se me figura grotesco
Intento arreglarlo

Primero abro bien mis ojos
Así ya no aparento el cansancio que arrastro
Luego esbozo una sonrisa sarcástica
Así se vuelve evidente cierta inteligencia

Entonces me congratulo
Por razurarme esa mañana
Y el sombrero de invierno gris
Deja de ser un chiste

Me aseguro que la superficie es un vidrio
Exhalando
Sí, soy yo, no es un clon más exitoso
No es un aborto de promesa

Me enamoro
Pensando que un rostro tan atractivo
Tiene el éxito asegurado
Quiero acercarme

Pero al acercarme
El reflejo se desvanece
Y se revela ante mí
Una negra oscuridad

Esa hiriente oscuridad
Se mueve tan rápido
Y al menos me reconforto
Sabiendo que voy a algún lado


Ignorance is Bliss

El                         ocio
El inconsecuente

Son largos ratos con posibilidad de ser resumidos en cinco minutos. Son largas luchas metafísicas con posibilidad de resultado dictado por una moneda. Me gusta sentarme y engañarme pensando sin pensar en reiterados clichés de la poesía moderna. Pero si en estas largas lagunas se empolla en mi mente la idea ultra genial, por qué he de preocuparme. Me salvará, solamente estoy recopilando la información necesaria. La entropía se revertirá. Una galleta para quién entienda la referencia.

Las ideas son mariposas disfrazadas de polillas haciendo merma en un cerebro, apolillándolo con falsos recuerdos, apolillándolo con falsas impresiones, apolillándolo con falsas esperanzas. Abren hoyos por los resquicios del tejido neuronal, alguien jale un extremo para destejer el macramé mal hecho, mal estructurado, mal causante de tantas malas ideas. Neurona tras neurona sale a ser dispuesta en un camino perpetuo con fines de acorralar el orgullo maltrecho.

¡Artista! Usted pleiteará; eso escuché antes de dormir la siesta. El punto claro ilumina entre la floresta verde el sendero serpenteante emulando cuál río de iconoclastas frustrados. Yo ya ni sé quién pinta mis sueños, prefiero olvidar. Yo pensé tener todas mis ideas bien puestas, tener un grueso casco de tradiciones y terquedades bien puestas. Andar por la vida blindado olvidando mi condición de tomate esperando a ser ketchup. Un día me tiraron una piedra, y me rompió el blindaje. Por el hoyo se me salieron los sesos. Fluyeron cual hilo de lana.

Todas estas interacciones fueron puestas ante mí por trampas. Caímos redondos; en la exigencia de las ideas malditas por las llamas; si digo llamas le debe seguir adjetivos tales como infernales y sempiternas, algo sobre pecados en tierras capitales, capitales de provincia, capitales de república, de un proyecto nación, de un sueño a futuro. Una esperanza. Una idea maldita.

Nos cambiaste a todos, absolutamente a todos. Asesinaste tu vida para enterrarla y dejar una existencia marcada indeleblemente en una fría e inerte piedra. El tiempo es una tonada, un ritmo de coros de ángeles indiferentes, y tú asesinaste tu vida en caminos verbales con atajos de palabras, para vivir en ideas inconsecuentes.

Nunca te olvidaré, porque yo he de seguirte. Espérame, y estrecharemos manos una vez más.

Diálogos de Lugar

El pecho ruin sale al encuentro de la espada justiciera. En el choque se produce el dialogo siguiente:

-Admirad, una pequeña flor, hecha en terreno Rojo. Nunca podrá perdonar los riegos de sangre.
-No diré cómo reconocerla. Si su espina rozas, tu corazón revienta tal rosa.
-De la flor reventada sale el polen a engendrar nuevos vástagos.
-A todos he de perseguir.
-Búsqueda inútil.
-Defines la vida.

Las últimas palabras fulmina el diálogo. Mil gotas fecundan la tierra, dejando las metáforas donde no puedan ser alcanzadas ya.

Reir

Mirá, tú no te pones a pensar en tu lenguaje. Tenemos un lenguaje, un conjunto de símbolos cuyas combinaciones expresan ideas, esas abstracciones en tu cabeza capaces de brindarte tranquilidad, sosiego, paz. Abstracciones capaces de preocuparte, de alterarte, de asustarte. Abstracciones, esas, te hacen pensar que la vida va "bien", o bien va "mal".

No te das cuenta, no profundizás en el milagro: sabes un lenguaje. Un lenguaje de miles. ¿Cómo pueden existir miles? Tantos con gramáticas tan distintas, con fonemas tan distintos, con espíritus y culturas tan distintos. ¿Será el hablante quien se adecua a su lenguaje, o será el lenguaje quién se adecua a su hablante? Mira el nuestro. Mira esta herramienta para escribirte. Mira este espíritu para recordarte. Tiene sus peculiaridades. Me divierto tanto con las peculiaridades.

¿Te has dado cuenta cómo conjugas el verbo reir? No, nunca te has dado cuenta, es un proceso transparente, sucede a un nivel imperceptible a tu consciencia. Te enseño: Reir, yo río, tu ríes. Me escuchaste, yo río. Río, río, Río, río, Río. ¿Por qué la conjugación es tan parecida al sustantivo Río?

Dime por qué puedo asociar reir con río. Dime por qué de río es un pequeño salto a lágrimas. Ambos son un flujo de agua, pero no le quita el título de lugar común del lenguaje: Reir, río, río, río de lágrimas. Río donde flotan los cadáveres asesinados por el conflicto. Río donde flotan los hogares asesinados por el huracán.

Huracán. Suena distinto, no. Fijate, no es una palabra ni latina, ni griega, ni arábiga. ¿Sabés qué es? Es maya. Nuestro lenguaje es un Frankenstein de tantas lenguas y tantas invasiones. Huracán, huracán da un espíritu completamente distinto, un espíritu vital fuerte. Fuerza, la conoces, tú la usaste. Esa fuerza empleada para destrozarme. Esa fuerza que ahora me hace llorar en vez de reir, y tú ni siquiera llegas a comprender tu lenguaje.